jueves, 18 de septiembre de 2008

Crecer en un entorno líquido

Crecer en un entorno líquido ha sido uno de los títulos más extraños ideados para uno de los talleres de gestión de cambio que he puesto en marcha en la organización para la que trabajo, sin embargo puedo decir que fue una experiencia más que satisfactoria.

Como la mayor parte de las organizaciones, nos enfrentamos a cambios que parecen nunca acabar y que ponen en crisis, muchas veces, todas nuestras estrategias para afrontarlos.

Nuestra reacciones al cambio van más allá de la típica curva y etapas que todos conocemos…. El cambio es continuo y forma parte de nuestro día a día y afecta a la forma en que nos relacionamos con los demás ( clientes, partners, colegas , etc ) en cómo resolvemos los conflictos de nuestro día a día, en cómo abordamos las demandas de nuestros clientes…

Bauman en su libro tiempos líquidos perfectamente resumido por Odilas, nos habla de cómo estamos pasando de una sociedad sólida, estable y repetitiva a un tiempo líquido, flexible, voluble e incierto.

Este concepto de tiempo líquido, acuñado por Bauman nos sirvió para establecer un paralelismo y puedo decir que sedujo, en manos de Virgili como facilitador del grupo, a todos desde el primer momento porque refleja perfectamente lo cambiante de nuestro entorno y nos ayuda a reflexionar sobre si las estrategias que diseñamos para abordar los cambios en nuestra vida y trabajo son válidos o requieren nuevas formas de ser enfocados.

Algunas de las reflexiones a las que este workshop nos invitó fueron:

¿Qué sentimientos nos genera un entorno líquido?

¿Qué podemos hacer para crecer y tener más éxito en este entorno?

¿Cómo actuamos como individuos y como equipos ante los conflictos que genera el mundo líquido?

¿Qué debemos empezar – dejar y seguir haciendo para crecer en un entorno líquido?

Para finalizar elaborando un plan personal de acción con ayuda de la técnica del feedforward.

martes, 16 de septiembre de 2008

Secuestrada por el mundo 2.0

En un intento de centrarme, una vez superado el síndrome post vacacional, acrecentado en mí caso por 4 meses de baja por maternidad. Me encuentro otra vez en Matrix con una inmensa lista de proyectos a retomar.

He tenido la oportunidad durante estos meses de observar mi realidad laboral desde la distancia y curiosamente aunque mi intención era desconectar, me he dejado secuestrar por el mundo 2.0 y comprobar el poder de la esfera digital, disfrutando de la creación de ese yo virtual que como bien describe Genis Roca completa nuestro yo real.

Este viaje por la esfera digital, que ni mucho menos considero finalizado, me ha hecho reflexionar sobre la utilidad o moda de las herramientas y cultura 2.0.

Sinceramente veo respuestas a algunas de las cuestiones que personalmente me hago cuando pienso en qué debemos mejorar y cómo poner en práctica herramientas y/o actitudes que nos ayuden mejorar la gestión del talento de la organización en la que trabajo.

No caigamos en el error del carpintero que ve en el martillo la solución para todo, las herramientas 2.0 son válidas pero no olvidemos analizar con cuidado antes de aplicarlas las peculiaridades del sistema en las que las vayamos a poner en marcha. No olvidemos que lo importante no son las herramientas sino las necesidades a las que están deben dar respuesta y que las organizaciones están llenas de complejas interacciones.

Por empezar por algún sitio, pongamos por ejemplo La Gestión del Cambio, tan de moda en momentos de crisis donde la mayoría de organizaciones al ver flaquear su cuenta de resultados hacen examen de conciencia y revisan sus modelos de organización.

Las reglas de juego ya nos las sabemos, la gestión del cambio es vital en cualquier proceso de transformación tecnológico u organizativo para acompañar y vencer las resistencias e incertidumbre que dicho cambio genera en las personas, bla, bla, bla….

Todos conocemos la teoría, los porqués y las diferentes tácticas que se pueden poner en práctica:

- Asegurar el sponsor del proyecto
- Identificar los gaps entre la situación actual y la deseada
- Elaborar un completísimo plan de comunicación
- Elaborar un más que detallado plan de formación
- Etc, etc, etc

Muchos de estos procesos por muy cuidadosamente diseñados están abocados al fracaso. ¿Por qué? Mi modesta opinión, es que nos movemos en un mundo en el que el cambio es continuo. Una fusión, viene seguida de un cambio organizativo que vendrá seguido de un cambio de estilo en la dirección, que vendrá seguido de un cambio en la estrategia comercial, que vendrá seguido de un cambio de dirección, que vendrá seguido de nuevos planteamientos y nuevas estrategias de cambio….. Uff.

Sin duda nos encontramos, en un mundo lleno de incertidumbres que cuestiona constantemente la validez de las estrategias a largo plazo.

Frente a esto , ¿Qué nos queda ? ¿una mera aplicación de tácticas? ¿tácticas flexibles que se suceden encadenadas unas con otras a medida que los diferentes cambios se van produciendo?.

Nos encontramos en una constante curva del cambio, sobrecogidos por la contínua indefinición e incertidumbre. En este entorno, ¿Nos pueden ayudar las herramientas 2.0? Si, y sin lugar a duda, ya que amplían el abanico de posibles tácticas a poner en marcha.

Aunque por mi parte prefiero ver más allá de las herramientas y mirar a los valores que me inspira la cultura 2.0: participación, flexibilidad, dinamismo, contribución, redes, comunidades, conocimiento compartido. Valores que en sí ya promueven que podamos enfrentar los cambios de una forma más abierta.

¿Es esto suficiente? Dejo la pregunta abierta y espero dar con un consultor que no quiera cortarme la nariz a pesar de que yo le insista en ello.